En un espacio adecuado para la práctica, el cliente debe tumbarse. El conector se encargará de guiarle durante el viaje. En el momento adecuado, el conector crea un punto de anclaje con su mano sobre el cuerpo del cliente y le acompaña a un estado profundo de relajación. Este estado facilita la apertura de su visión interior a través del tercer ojo con técnicas específicas de respiración. 

El cliente está consciente durante todo el proceso.  

La sesión dura 1 hora aproximadamente. 

Durante la sesión, se abren espacios de visión interior (accedemos al subconsciente) en los que la persona puede percibir y revivir experiencias de trauma cuyo origen puede ser el vientre materno, la infancia, el transgeneracional y/o las vidas pasadas. Regresar a estos recuerdos es acceder a volver a sentir lo que dolió y se tapó profundo en el inconsciente para poder sobrevivir. Sentir es la puerta de acceso que permite liberar la memoria antigua para abrir paso a una nueva versión de ti más auténtica y equilibrada, al verdadero estado del Ser. 

Es habitual que el cliente/paciente acuda a sesión porque está sintiendo una experiencia en su vida actual que se repite y que le genera sufrimiento o dolor de algún tipo. Es decir, está experimentando un Samskara. Esto suele abrir un proceso que puede durar meses, incluso años. El acompañamiento sigue un proceso progresivo, en el que después de algunas de las sesiones ya se puede llegar a intuir cuál es la carga a la que se enfrenta el cliente. Un ejemplo sería que el cliente vive cada sesión que le ayudan a entrar en espacios que le van mostrando como piezas de un puzle que puede ir completando para ver todo el mapa completo a medida que avanza. Esta dinámica ayuda a tener una visión clara. Además de esta visión que trae claridad, en las sesiones también se alcanzan estados gracias a la apertura de espacios y conexiones espirituales, accede a darse cuenta de patrones automáticos arquetípicos de los diferentes tipos de personalidades que ha ido creando en su encarnación. 

Esta terapia va dirigida a quienes quieren superar traumas vividos que en mayor o menor medida están condicionando su conducta, su toma de decisiones, su manera de ser y su vida personal.

Aplicar esta técnica de resultados contrastados, permitirá resolver miedos, fobias o ansiedades cuyo origen es uno o varios traumas enquistados.

Es importante destacar que esta terapia no está indicada para personas que buscan "soluciones rápidas".  Estos procesos requieren constancia, entrega, valor y compromiso. 

Esta terapia no es adecuada para personas con patologías relacionadas con la esquizofrenia o personas que estén en tratamiento psiquiátrico que reciban medicación.

Las mujeres en estado de gestación, deben esperar a la finalización del embarazo antes de participar en esta terapia.

Los menores de edad necesitan un permiso de su padre, madre o tutor legal.